Al empezar trabajar
en Providus, sentí un pequeño “choque” de costumbres con relación al lugar del
trabajo. En primer lugar, mi horario era muy casual. Me dijeron “Bueno, estamos
desde tal hora hasta tal hora y vos podés venir cuando quieras.” Estoy más
acostumbrado a tener un horario escrito y fijo. Entonces, esta experiencia, de
una mano, es un práctico en tomar más responsabilidad de cómo me presento al
mundo. De la otra mano, hay que tener en cuento el “horario argentino” en lo
cual 15 minutos tarde puede ser a tiempo.
Otro costumbre que me
parece diferente es la interacción con pacientes. Por ejemplo, las terapistas
siempre los saludan con un beso. En contraste con oficinas de terapistas o
médicos en los EEUU, Providus es un ambiente causal y amable. A la hora de
merienda es común que tomamos un café, un mate, o algo así mientras tenemos
pacientes. Además, suele invitamos algún paciente a mate. Me parece que una
sesión de terapia es mucho más divertido cuando todos están merendando juntos.
También, me doy cuenta de que sea común que las fonoaudiólogas contestan sus
móviles durante una sesión y también muchas veces una recepcionista u otro
profesional entra en el consultorio para preguntarle o informarle algo a la
fono durante una sesión. Eso me parece poco extraño en comparación con los
consultorios donde he trabajado antes – uno no debe tener su teléfono móvil y
seguramente no debe contestarlo.
Providus es un
centro de apoyo escolar interdisciplinario. Es decir que, en adición con
fonoaudiología, ofrece terapia psicológica, otomotricidad, y más. Por eso,
todos las profesionales del centro colaboran para proveer servicios a los
clientes. La semana pasada había una chica de 9 años quien tiene dificultades
mantener motivación, atención, y buen humor durante una sesión de terapia
fonoaudiológica. Por eso, la fono habló con la madre de la chica sobre
consultar con la psicóloga en Providus para armar un plan para maximizar el
trabajo que están haciendo la chica, la profesional, y los padres. Porque, sin
dudas, es un trabajo para todos – no solamente el chico, o no solamente la
profesional.
Hay una Jefa en
Providus. Lic Laura Lerner es dueña y jefa del centro pero solamente en que
ella abrió el centro. Las profesionales trabajan más o menos independiente
porque todos tienen su propia especialización y manera de trabajar. Al mismo
tiempo, Laura está siempre lista apoyarles en lo que puede. Por ejemplo, si una
profesional necesita ayuda en comunicar con los padres de un paciente, o ayuda
en armar un horario interdisciplinario para un paciente especifico, Laura tiene
poquito más autoridad para realizar estas cosas.
Las relaciones entre
los compañeros son muy amables. Como expliqué antes, todos trabajan juntos para
ofrecer un servicio interdisciplinario e integrado para los pacientes. Esta
actitud de colaboración crea un lugar del trabajo creativo y abierto a los
cambios inherentes en este tipo de trabajo. Trabajar en este tipo de ambiente
me hace crecer como profesional – me enseña como poder colaborar y adjustar,
estoy estirando lo que pensaba era posible. Y el ambiente amable y informal me
deja crece con apoyo y confianza.