Al fin del cuarto
día trabajando en Providus: Centro de Apoyo a la Integración Escolar, reflejo
en lo que he experimentado en esta semana pasada. Como implica el nombre,
Providus es un lugar donde la gente puede encontrar varios tipos de apoyo para
asuntos escolares. Proveen servicios como fonoaudiología, psicopedagogía,
psicología, psicomotricidad, y más para niños y adultos iguales. Cada uno de
estas especialistas apoya la gente con trastornos de varias modalidades - puede
ser un trastorno de comunicación, uno de comportamiento, o uno psicológico u
físico. La mayoría del tiempo observo y trabajo con las fonoaudiólogas. En que
la fonoaudiología es una profesión no muy bien conocida, me gustaría describir
que incluye el trabajo y el alcance de la práctica de la misma.
¿Qué es una
fonoaudióloga? ¿Qué hace? ¿Quién sirve?
Una fonoaudióloga es
una persona quien está entrenado para tratar la gente con trastornos o
dificultades de comunicación. Estos trastornos de comunicación pueden ser concomitantes
(ocurren simultáneamente con otros trastornos físicos/psicológicos, por ejemplo
con la síndrome de Downs) o pueden ser independiente de algún otro discapacidad.
Trastornos de comunicación tienen que ver con hablar y el mecanismo oral o con
audición y el mecanismo auditivo. Las fonoaudiólogas son entrenados en un alcance
de práctica muy ancho y general; es decir pueden tratar habla, lenguaje, o
audición. Usan varias técnicas para la habilitación, rehabilitación, y/o
terapia de asuntos de comunicación. Sirven personas de cualquier edad con
cualquier tipo de trastorno.
En Providus, parece
que la población que más sirven consiste en las personas sordas, especialmente
ellas con Implantes Cocleares (IC). Eso me interesa tanto porque en los Estados
Unidos, los ICs son bastantes polémicos en la comunidad de sordos. En los EEUU,
por razones médicas y sociales, hay una serie de autorizaciones para conseguir
un IC, mientras en Córdoba parece la opción preferida de tratar la sordera.
También, es más común en los EEUU que un audiólogo (alguien especializado en la
audición) trataría las personas sordas mientras una fonoaudióloga trata más
trastornos de hablar. Pero en Providus, los dos son más integrados.
Una semejanza entre
la práctica de fonoaudiología en Córdoba y la en los EEUU es que las
fonoaudiólogas suele trabajan con o niños o adultos. Es decir que especializan
en un rango de edades. Dos días por semana trabajo con principalmente adultos,
y los viernes trabajo totalmente con niños de edad escolar. Prefiero trabajar
con los niños, pero en los dos días con adultos he aprendido mucho sobre como
es la terapia con ellos. Con adultos hacemos la rehabilitación más que la
habilitación. La diferencia es que en la habilitación enfocamos en el
aprendizaje y adquisición del lenguaje, mientras en la rehabilitación
trabajamos “refamiliarizar” la gente con el lenguaje después de la pérdida de
audición y con el uso con o audífono o implante coclear. Mientras todavía
prefiero trabajar con niños, estoy emocionado ver cuales complejidades aparecen
en trabajar con mayores.
Bueno, sé que podría
continuar hablando en jerga técnica sobre este tema, pero voy a ahorrar un poco
para las otras entradas de este blog. Me parece suficiente decir que estoy
aprendiendo mucho y también estoy sorprendido en mi propia habilidad de
trabajar e integrar en una empresa de salud en un país extranjero. Un buen
amigo me dijo esta semana “Yo creo que cuando algo nos gusta, somos capaces de
dar lo mejor de nosotros”. Entonces, aunque mi fluidez de hablar o capacidad de
entender el español a veces no es lo mejor, mi pasión por este trabajo siempre
crece.
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